domingo, 20 de junio de 2010

Más drama en MTV



MTV Latinoamérica anunció con bombos y platillos su incursión en el género de las telenovelas. Ya comenzaron a grabar en Bogotá los capítulos de su primera producción, titulada Niñas mal, que trata sobre las aventuras de tres adolescentes que son enviadas a un internado para mejorar su comportamiento.
El vicepresidente de MTV Latinoamérica afirmó que el proyecto responde al propósito de la cadena de ofrecer una programación variada, pero ¿más drama del que ya ofrece?
Los aficionados a la música extrañan a la MTV de los inicios, aquella de los años ochenta que daba información de las bandas, de sus discos, de los videos, de los conciertos... Aquella MTV sencilla, con producciones poco ambiciosas pero ricas en contenido, que marcó un antes y un después en el estilo de televisión que se veía hasta ese momento.
De aquella queda muy poco, por no decir nada. Sobre el cambio seguro que los ejecutivos de la cadena podrán dar mil razones financieras, pero hoy resulta increíble asociar el nombre de MTV con programas como los que transmite actualmente, por citar algunos, My BFF’s, Jersey Shore o My Sweet Sixteen.
En My BFF’s, la heredera Paris Hilton anda en búsqueda de su “best friend forever” y para ello tiene a una docena de personas pasando varias pruebas ante los medios, ante las cámaras, en locales nocturnos, para ver quién es digno de ser su mejor amigo. Lo mejor de todo es cómo lloran en la eliminatoria porque “no saben vivir sin la amistad de Paris”.

El caso de Jersey Shore es más pugilístico, sí, leyeron bien, pugilístico. Durante el verano pasado, pusieron a vivir en una casa de la zona vacacional de Jersey Shore a ocho veinteañeros (cuatro chicos y cuatro chicas). Los hombres están más pendientes de su físico que de respirar. Se supone que están en la playa, pero todas las semanas van a una sala de bronceado. De lo que sí están preocupados es de salir a rumbear y tener sexo todas las noches con quien sea, dicho por ellos mismos… Pero en cada una de esas salidas, no hay un episodio en el que no haya habido puñetazos de por medio al estilo Batman¡Kapoww!... ¡Pum! La más pequeña de todas, Snooki –mide menos de metro y medio– ha recibido más golpes que pocillo de loco. Ya anunciaron la segunda temporada, pero se mudan a South Beach.
¡Ah! Pero el mejor de todos es My Sweet Sixteen. Es increíble cómo se gasta dinero en producir un programa de una hora para ver las malcriadeces de quinceañeras millonarias. Que la fiesta de sus 16 es lo más importante en la vida de millones de adolescentes estadounidenses se puede aceptar, pero que les griten y les falten el respeto a sus padres, hermanos, amigos de colegio y proveedores porque ella es la cumpleañera, es algo que saca de sus cabales a cualquiera. Y la pataleta que agarró una porque le iban a regalar un Lexus negro, o la que hizo otra porque su cantante favorito estaba contratado para el día de su fiesta, son episodios que superan el nivel de paciencia de cualquiera.



Aunque parezcan programas cómicos, créanme, no lo son. Entonces, les pregunto, ¿creen que es necesario más drama en MTV?

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